Vivo de un silencio mudo
cuajado de saliva incierta y sordomuda.
Nadie partirá cuando mi ausencia
(célebre trovadora de mis huidas)
proclame un leve triunfo de pestañas.
Vivo en silencio y grito cuando callo
porque nadie de mi te alejará
¿tienes idea de cuánto he lamentado
no saber si sos vos quien me persigue,
deseando nunca más ser alcanzado?
Nada peor encuentras hoy
¿por qué no buscas?
Siempre el silencio trae entre sus fauces
miras de un bocadillo lento y suculento,
miras de un mordida lenta a quemarropa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)